Diseño autogestionado, un tipo de emprendimiento que debería incluirse en la formación de los nuevos diseñadores.

El diseño autogestionado es una práctica profesional en la que el diseñador, o un pequeño equipo, asume la responsabilidad y las tareas de la producción, promoción y venta de sus proyectos.

Se considera diseño a pequeña escala. Requiere desarrollar habilidades para combinar creación, marca personal, tecnologías productivas y estrategias de marketing.

Este tipo de experiencia está cada vez más extendida. Es una vía de emprendimiento para diseñadores noveles en búsqueda de su autonomía económica y su espacio de creación.

Ejemplos de ello se pueden encontrar en las exposiciones “Producto Fresco”. Organizado por DIMAD desde 2012 tiene el objetivo de dar visibilidad y promocionar proyectos de diseñadores y empresas.

En el diseño autogestionado se buscan nichos de mercado en los que prevalece la “singularidad”, en contraposición a los hábitos de consumo y productos generados por la “globalización”.

La creación se focaliza en grupos y hábitos de consumo diferenciados. Se busca dar solución a necesidades de la vida cotidiana, con una estética y utilidad que refleje un particular estilo de vida.

Podríamos resumirlo como «una artesanía que aplica tecnología y mercadotecnia, para producir y comercializar bienes distintivos».

En consecuencia, la formación del diseñador para esta actividad requiere competencias en marketing, marca personal, conocimiento y manejo de materiales y técnicas de fabricación.

En Arte Casellas apoyamos modelos de formación que empoderen al futuro diseñador. Modelos que los hagan independientes de forma que puedan llevar a cabo por sí mismos sus proyectos y diseñar su propia trayectoria profesional.

Este artículo ha sido escrito por Vicky Casellas y Carlos Vaquerizo.