DISEÑO CRÍTICO, CÓMO CONSEGUIR PROYECTOS INNOVADORES CUESTIONANDO LO ESTABLECIDO
Según el diseñador industrial Adán Boggio Miyashiro, el diseño crítico es una actitud hacia cómo se desarrolla un proyecto. Su intención es hacer una crítica, de los procesos industriales que se emplean para desarrollar un producto, de la forma en la que resuelve un problema, de la experiencia que genera o de sus efectos en nuestra sociedad.
El diseñador Rogers Ibars explica que el diseño crítico crea objetos contradictorios, sistemas originales y propuestas abiertas orientados a la generación de debate y polémica para explorar nuevas implicaciones de lo que aún no es realidad, nuevas tecnologías o futuras aplicaciones de la ciencia.
El término diseño crítico fue introducido por primera vez en 1999 por el diseñador Anthony Dunne, en su libro “Hertzian Tales: Elctronic products, Aesthetic Experience, and Critical Design”. Dunne explica cómo el diseño crítico propicia que se desafíen las tendencias del mercado y la regla de “la forma sigue a la función”.
Un diseño crítico no necesariamente será un producto útil, pero sí deberá servir para generar conciencia y ayudar a otros a generar nuevas ideas.
Reúne distintas formas de expresión y abarca disciplinas, políticas, sociales y psicológicas empujando a los diseñadores a alejarse de los planteamientos convencionales.
Lo que busca el diseño crítico es propiciar la controversia y hacer que los usuarios se cuestionen el porqué de un proyecto, su usabilidad, su fabricación o la forma en que interactúa con el entorno.
Debe desligarse de aspiraciones políticas, industrias, marcas, tendencias de consumo o mercados y fomentar la discusión y el debate sobre el uso ético de los proyectos y la tecnología para alcanzar un futuro mejor.
CARACTERÍSTICAS DEL DISEÑADOR CRÍTICO
Los diseñadores críticos son personas que aplican estos estándares intelectuales al proceso de pensamiento: claridad, exactitud, relevancia, lógica, visión integral, precisión, imparcialidad y profundidad.
Un diseñador que emplea el pensamiento crítico ha de ser capaz de:
– Guiar conductas, opinando y actuando de forma coherente, encontrando un equilibrio entre emoción y razón, entre escucha e intervención.
– Analizar los riesgos que supongan los cambios, planteándolos como una experiencia de transformación que requiere un tiempo de adaptación.
– Mantener una actitud positiva y de mejora continua, empleando para el análisis diferentes puntos de vista, atento al lenguaje corporal propio y ajeno, mostrándose abierto y respetuoso, comprensivo y humilde, sin necesidad del empleo de la ridiculización o el insulto.
– Fomentar la curiosidad sobre aquellas cosas que le llaman la atención.
– Desarrollar tanto sus capacidades de indagación racional como su intuición.
– Elaborar sus propios procedimientos no copiar simplemente, saber preguntar y compartir la información.
– Saber descubrir la estructura de las cosas, dividir en partes un todo, resumir, esquematizar y sintetizar.
– Fijarse en los detalles, saber poner ejemplos, comparar y establecer analogías.
– Emplear el pensamiento visual y los mapas conceptuales.
– Utilizar las inferencias para crear nuevas soluciones.
– Generar sus propias correcciones responsabilizándose de su aprendizaje, siendo consciente de lo que necesita, lo que le sirve, lo que va a utilizar en sus proyectos y en la vida personal.
– Diferenciar lo que sabe de lo que desconoce y asumir su ignorancia para conseguir aprender por si mismo, basándose en la experiencia propia.
– Emplear la autodisciplina para estar dispuesto a mirar y analizar los pensamientos propios y adoptar una actitud independiente e imparcial.
– Conocer sus debilidades y fortalezas para sacar el máximo partido de si mismo siendo honesto en el reconocimiento de los propios estereotipos, prejuicios y suposiciones.
– Permanecer informado empleando diferentes fuentes.
– Tener en cuenta el contexto, interpretando de forma adecuada los datos disponibles para conseguir aportar un conocimiento útil.
– No tener miedo a la equivocación, considerar los errores como oportunidades para mejorar y aprender.
– Emplear la interdisciplinaridad como arma de trabajo y fuente de ideas.
– Persistir a pesar de las dificultades.
CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
The National Council for Excellence in Critical Thinking define el pensamiento crítico como un “proceso intelectualmente disciplinado de forma activa en el que hay que ser capaz de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar información generada por la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento o la comunicación, que sirve de guía para la creatividad y la acción”.
Llevar a cabo una crítica significa ofrecer una valoración personal y analizada de las ideas propias y ajenas. Esta interesante acepción se ve enturbiada por el concepto peyorativo que tiene la sociedad al respecto basado en el prejuicio de que criticar, sobre todo a las personas, está mal. Además, el aprendizaje del empleo de este tipo de pensamiento no está respaldado por los dirigentes manipuladores que prefieren el manejo fácil de las personas sin criterio. Pero la capacidad crítica es importantísima para cualquier persona e imprescindible para un diseñador.
Practicarla exige una libertad de pensamiento difícil de ejercer y asumir. El pensamiento crítico no se enseña en las escuelas. No adquirimos la costumbre de analizar y generar juicios propios sino que, fundamentalmente, repetimos las respuestas de otros. Así, cuando llega el momento de aportar ideas propias, como no existe un entrenamiento previo, resulta difícil.
El pensamiento crítico se cimienta en la idea de que todo, incluida la condición humana, es mejorable. Por eso es tan importante, porque la naturaleza de las personas y, en general de la sociedad, está sometida a cambios que exigen transformaciones continuas y soluciones nuevas.
Blanca S. López Frías, licenciada en Psicología Clínica y asesora del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en su libro “Pensamientos crítico y creativo”, afirma que una de las capacidades principales del pensador crítico es su capacidad de preguntar, entendida esta como una forma de exploración personal y del entorno. Establece tres tipos de preguntas:
– Divergentes. Cuestionan de forma creativa, imaginativa y original.
– Trascendentes. Cuestionan los procedimientos, la forma de hacer las cosas, lo que se sabe o se conoce.
– Evaluativas. Pretenden establecer juicios, valoraciones y requieren argumentos que los apoyen.
CÓMO DESAROLLAR EL PENSAMIENTO CRÍTICO
Según The National Council for Excellence in Critical Thinking estos son los pasos a seguir:
- Conocimiento. Consiste en determinar el problema y adquirir conocimiento profundo sobre el mismo.
- Comprensión. Entender las circunstancias y los hechos alineados con el problema teniendo en cuenta los datos disponibles y el plazo necesario para resolverlo.
- Análisis. Determinar la ubicación, los puntos fuertes y débiles del problema, causas principales y cómo se puede abordar la solución teniendo en cuenta su impacto. Para esta fase es muy útil emplear mapas visuales.
- Síntesis. Evaluar y priorizar las posibles soluciones con el fin de encontrar la más ventajosa. Una buena herramienta para conseguirlo es llevar a cabo un análisis DAFO, en el que se tendrán en cuenta debilidades, oportunidades y amenazas de la decisión que se va a tomar.
- Aplicación y evaluación. Poner en marcha la solución elegida, asegurándose de que se ejecutará correctamente evaluando los resultados.
EJEMPLOS DE DISEÑO CRÍTICO
Podemos considerar como precedente del diseño crítico el Anti Design, movimiento radical que surgió a finales de los años sesenta en Europa representado principalmente por el grupo inglés Archigram y los italianos Archizoom y Superstudio. Llevó a la práctica una estética enfrentada a la del Movimiento Moderno cuestionando la relación del diseño y la sociedad y estableciendo las bases de lo que sería el diseño crítico. Se desarrolló hasta los años ochenta y las tendencias que lo pusieron de moda le hicieron perder su carácter reivindicativo. Proponía el humor y el Kitsch como método de reflexión entorno a lo establecido, el utilitarismo y el consumismo, haciendo prevalecer el simbolismo sobre la función.
El diseño de mobiliario creado por el Grupo Menphis, inspirado en los movimientos artísticos de las vanguardias y exhibido en salas de exposiciones, también puede considerarse un precedente del diseño crítico.
Uno de los primeros ejemplos de diseño crítico es la Faraday Chair de Dunne & Raby, un pequeño espacio que funciona como refugio para la protección de los campos electromagnéticos de los hogares. Su finalidad principal es la crítica a la cultura de consumo mediante el diseño de objetos y la generación de nuevos usos que provoquen en los consumidores nuevos valores y hábitos en contra de los asumidos como normales.
Otro ejemplo de diseño crítico es la Alcancía basurero de Renzo Boggio perteneciente al proyecto NonSense Project, una respuesta sarcástica frente al carácter depresivo de nuestra vida cotidiana. A través del diseño de objetos cargados de ironía, el proyecto busca aportar humor a la vida de quien adquiere y contempla sus piezas. La alcancía basurero ofrece al usuario la posibilidad de cuestionarse qué hace con su dinero, si lo está tirando a la basura, en qué lo gasta, cuantas horas invierte en ganarlo, etc. Es una reproducción a escala de los típicos cubos de basura que están alrededor de la ciudad de Lima. Nace del interés por descontextualizar un objeto cotidiano, repudiado en ocasiones, para convertirlo en un objeto de deseo.
Algunos objetos imposibles de Jaques Carelman también podrían considerarse ejemplos a caballo entre el Design art y el diseño crítico. El Design Art es una tendencia, entre el interiorismo, el mobiliario y el arte, que se centra en el diseño de piezas, de edición limitada, que básicamente se exponen y venden en galerías de arte. Los objetos se Carelman, despojados de su uso corriente, se basan en la inutilidad para lograr una mirada diferente y creativa del mundo cotidiano. Según su autor: “Se trata de una crítica sobre la sociedad de consumo, de desacralizar la veneración al objeto en nuestras sociedades, de ridiculizar la necesidad de los habitantes de las ciudades de los países ricos occidentales, de comprar algo y al poco tiempo desecharlo y volver a comprar para seguir consumiendo”.
Según la diseñadora Tanita Wensky el diseño gráfico crítico es un método de investigación y una forma de búsqueda de respuestas. Los diseñadores gráficos críticos son creadores que buscan redefinir el diseño y exponerlo a nuevos desafíos poniendo en cuestión las fronteras del diseño gráfico contemporáneo. El diseño se convertiría así en una forma única de crítica que no duda en ocuparse de temas ajenos al propio diseño. Los diseñadores gráficos críticos ambicionan presentar planteamientos políticos, sociales y culturales a través de productos visuales.
Un ejemplo de diseño gráfico crítico es Metahaven un estudio colaborativo de diseño e investigación que aplica un planteamiento fuertemente conceptual a temas contemporáneos y de política social. Diseña carteles empleando una estética radical y el pensamiento especulativo para plantear una alternativa visual a la imagen de marca tradicional.
Fabrica, centro de comunicación de Benetton, puede considerarse otro ejemplo de diseño crítico con sus campañas protagonizadas por imágenes provocativas.
Bas van Beek, director del Laboratorio de Diseño de la Academia Rietveld en Ámsterdam, es otro representante del diseño crítico.
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gracias por la información <3
Gracias a ti, Ana 🙂
Muchas gracias por la cita!
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Me gustaría tener tu libro. Un saludo.
👍🏻