REMEDIOS VARO. DISEÑADORA DEL SUBCONSCIENTE. Por Gloria González

“Érase una vez un lobito bueno, un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado…”. Érase que se era Remedios Varo, la hechicera del tiempo y del espacio, la pintora que puso imagen al Psicoanálisis, la defensora de lo que se encuentra más allá de lo aparente, la logicofobista, la fusión entre el arte y la ciencia, la ciencia y el misticismo, el misticismo y lo secular, lo secular y lo pitagórico, lo pitagórico y…
Remedios nació en Anglès en 1908, hija de la contradicción. De madre religiosa y conservadora y de padre ingeniero hidráulico, librepensador, esta niña fue un espíritu libre, con inquietudes, con deseos de aprender, de inventar, de crear… Su padre, estudioso del esperanto, activista por la libertad y defensor de la creatividad, apoyó a la pequeña en su proceso formativo.
Tras vivir en Algeciras una temporada, en 1917 se instalaron en Madrid y en 1924 entró en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, siendo una de las pocas mujeres con estudios superiores del momento.

Al finalizar su formación se casó con un compañero, Gerardo Lizárraga, con quien en 1929 partió a París para continuar su aprendizaje en la Escuela de arte “La Grande Chaumière”.
Tres años después viajó a Barcelona comenzando, a partir de ese momento, sus primeras obras surrealistas. Ejerció de dibujante publicitaria, realizó fotomontajes y entró en contacto con el Surrealismo de la mano de Esteban Francés –a quien conoció tras separarse de su marido en 1935- integrando el grupo Logicofobista, es decir, “opuestos a la lógica”.

En 1936 estalla la Guerra Civil Española y Remedios se posiciona en el bando republicano. Será otro gran momento de cambio para la artista. Conoció al poeta francés Benjamín Péret, con quien mantuvo una relación amorosa y en 1937 marcharon juntos a París, donde residieron hasta la invasión nazi. Ella no regresó nunca más a España.
En Francia vivió profundamente el espíritu del Surrealismo, pero el Movimiento se vio afectado por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, lo que hizo que la pintora y el poeta abandonaran la Francia ocupada y emigraran a México, en 1942.
El México de Cárdenas se había convertido en un país de refugiados políticos, y será allí donde se reencontrará con viejos amigos de París. Varo siguió trabajando en el ámbito de la publicidad y del diseño de mobiliario y vestuario, hasta que en 1947 se separó de Péret, quien regresó a la capital francesa, ya liberada, marchando ella a Venezuela por dos años. En su nuevo destino trabajó para el Instituto de Malariología Venezolano, hecho que le permitió estudiar al microscopio insectos de la selva y conocer nuevos paisajes, lo que reflejará posteriormente en sus obras, a través de minuciosas figuras, miniaturas y una especial atención por el detalle. Al mismo tiempo, fue ilustradora de carteles publicitarios para la marca Bayer.

En 1949 regresó a México, comenzando una nueva etapa mucho más madura. Su pintura, creativa y metódica, complementó su trabajo de ilustradora publicitaria.
Tres años más tarde, contrajo matrimonio con el austríaco Warlter Gruen, refugiado político que estuvo al lado de ella hasta su muerte. En 1955 expuso en una muestra colectiva en la Galería Diana de la Ciudad de México, haciéndolo en solitario un año después.
Y entre tanto la sombra y la luz, la sorpresa, las obras pictóricas que más parecen cuentos que pinturas, una narrativa sin letras, arquetípica, simbólica… Remedios puso color a las ideas pintando historias con un final abierto, con tantas puertas como ocurrencias de la mente, donde lo onírico y lo real no pueden separarse… La vida es sueño…
Importante es, sin duda, la posición que Remedios otorga a lo femenino dentro de su obra. Para ella existe un estrecho vínculo entre la Naturaleza y la fuerza regeneradora de la mujer. A diferencia de los pintores surrealistas, como Dalí y Bellmer, considera a la mujer como un sujeto y no como un objeto de deseo o una musa. Asimismo, los rostros de sus personajes son andróginos en muchas ocasiones y sus acciones no responden a roles de género, siendo seres trascendentes que viven en un universo de paradojas infinitas, como si de un ejemplo de manual de física cuántica se tratara.

Remedios cuenta historias con conciencia feminista, historias en las que ella misma aparece y, como en una consulta de psicoanálisis, en sus dibujos expone parte de sus estados emocionales, inquietudes, obsesiones, preocupaciones y describe el mundo de lo doméstico desde una perspectiva vanguardista.
La Transmutación, el cambio permanente, la indivisibilidad de la materia y lo intangible, la continua transformación, los ciclos infinitos…, conceptos que, unidos a su técnica, cambiaron el concepto del arte.
Murió con cincuenta y cinco años, dejando un legado formado por fotomontajes, carteles publicitarios, diseños de interior y vestuarios, obras pictóricas…; conocedora del Psicoanálisis; logicofobista; defensora de las vanguardias; referente de movimientos feministas y amante del proceso creativo más que de la obra en sí.
Remedios Varo, magnífica encarnación del Diseño Integral… con alma de mujer.
VÍDEO: http://www.rtve.es/alacarta/videos/mujeres-para-un-siglo/mujeres-para-siglo-remedios-varo-pintura/713446/
Escrito por Gloria González diplomada en Empresariales, licenciada en Economía y Máster en Acción Solidaria Internacional de Europa, ejerciendo profesionalmente como coordinadora de proyectos educativos.