Gabriele Münter, una de las pocas pintoras vinculadas al Expresionismo alemán, nació en Berlín en 1877 y fue un claro ejemplo de mujer artista que quedó relegada a un segundo plano por mantener una relación personal con un afamado varón.
Gabriele perteneció a una familia adinerada que le apoyó en su educación artística, lo que le permitió asistir en 1897 a la Escuela de dibujo para mujeres de Düsseldorf, viajar durante dos años por EEUU (de 1899 a 1901) y matricularse en la Escuela Phalanx a su regreso a Múnich, donde tuvo a Kandinsky por maestro.
El periodo de 1902 a 1914 estuvo estrechamente ligado a la figura del pintor ruso, tanto a nivel personal como profesional. Con once años menos que él, fue su alumna, colaboradora y amante.
Durante este periodo viajaron juntos a lugares como Túnez, Holanda, Italia y Francia y participaron del movimiento artístico “El Jinete Azul”, clave para el desarrollo del expresionismo germano.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Gabriele vive un momento crítico al verse separada de Kandinsky (ruptura que se acentuaría con el tiempo y, a pesar de reencontrarse en 1916 en Estocolmo, se produciría definitivamente en 1917, año en el que Kandinsky, tras divorciarse, se casó con otra mujer). Asimismo, experimentó un fuerte distanciamiento del resto de pintores del Grupo.
Tras la ruptura con el artista, Gabriele se vio sumida en una fuerte depresión que la llevó a abandonar su producción artística. Diez años después, conoció al historiador de arte Johannes Eichner y tras su segunda estancia en París (1929-1930) retomó la pintura, aunque desde una perspectiva menos comprometida, hasta que en 1937 decidió retirarse definitivamente de la vida pública al ser víctima de la censura nazi.
/pA nivel artístico, su estilo estuvo fuertemente marcado por las influencias fauvistas y expresionistas (especialmente por Matisse y Jawlensky, respectivamente, retratando a este último en “Escuchando” de 1909), manifestando en sus obras el color en estado puro, la luminosidad y la fuerza en cada trazo.
Fue una artista comprometida y miembro fundadora de la Nueva Unión de artistas de Múnich, ciudad en la que se puede admirar gran parte de su obra (donada por ella misma), así como en su casa de Murnau (Baviera), donde falleció en 1962.
Gabriele Münter, pintora expresionista, activista en el Movimiento y salvadora de un legado que sufrió la censura por considerarse “degenerado” durante la Segunda Guerra Mundial, fue una mujer fuerte y creadora, que luchó por defender y proteger aquello en lo que creía. Aquello que, de alguna manera, eran retazos de su vida coloreados sobre lienzos de algodón.
Escrito por Gloria González diplomada en Empresariales, licenciada en Economía y Máster en Acción Solidaria Internacional de Europa, ejerciendo profesionalmente como coordinadora de proyectos educativos.
Imagen obtenida en: http://www.museothyssen.org/thyssen/zoom_obra/595
Como siempre una alegría conocer pinceladas de gente que ha tenido vidas tan influyentes. Me quedo con una frase:
«luchó por defender y proteger aquello en lo que creía».
Gracias por tu comentario Esteban.
«Fue una mujer fuerte y creadora, que luchó por defender y proteger aquello en lo que creía»… y con lo difícil que es muchas veces llegar a creer tan firmemente en algo… De nuevo, una figura admirable.
Gracias por tu comentario Leti. Un saludo.